Y cuando las palomas de tus manos inquietas descendían al jardín del deseo, buscando tu boca beber la miel de ese pequeño océano donde se perdían tus labios y tu lengua inquieta hasta ahogar la fuerza de tu interior, naufragando en oleadas de placer y gemidos de pasión, muriendo poco a poco, piel a piel, en el eterno abrazo del amor...
Colaboración de Serenna México
*Mina.. Envuelta en Poesía..
Preciosos versos envueltos con la ternura de el cuerpo...
ResponderEliminarsaludos un abrazo