Cuando, después de amarnos, te coges el cabello
desordenado, ¡cómo son de hermosos tus brazos!
cual en un libro abierto, surge la letra negra
de tus axilas, fina, dulce sobre lo blanco.
Y en el gesto violento, se te abren los pechos,
y los pezones, tantas veces acariciados,
parecen, desde lejos, más oscuros, más grandes…
el sexo se te esconde, más pequeño y más blando…
¡Oh, qué desdoblamiento de cosas!
Luego, el trajelo torna todo al paisaje cotidiano,
como una madriguera en donde se ocultaran,
lo mismo que culebras, pechos, muslos y brazos.
Autor: Juan Ramón Jiménez
*Mina.. Envuelta en Poesía..
05 octubre 2008
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¡Hola Mina!
ResponderEliminarTienes una coleccion malavillosa de poetas.
Un saludo
bellos poemas.. pasión . amor ternura viva en las letras...
ResponderEliminarsaludos un abrazo