Era un recuerdo vago, hermoso, lejano. Yo mismo me habia encargado de adormecer los sentidos, de alejarme para no sentir... para no pensar, para no desear. Pero la vi, me vio... y no pudimos ocultar la alegría que el encuentro nos brindaba... Se arrimaron los aromas, los recuerdos, y la pasion despertó... ¡tanto que había rogado a mi alma para que eso no sucediera! fueron años de vagar por el mundo sin rumbo, sin meta, sin ganas, hasta que, hace algunos, opté por no volver, dejarla volar, dejar a las almas cicatrizar del amor mas grande y doloroso... hoy sé que ella me acompañará por siempre, porque está en cada célula viva, en cada acción, en cada pensamiento.. en cada latido.
Al abrazo efusivo siguió la charla, ligera al principio, cada vez más íntima. Ella -como todos- habia sufrido en estos años de ausencia los sinsabores que dejan las desgracias familiares, y lloró al platicarlo... en un impulso llevé mi mano a su mejilla para atrapar la lágrima y beberla...ella sonrió. Tomé su mano y le dije que llorar es bueno, que sabía aún a miel a sal, me acerque a besar su fente... ella no se apartó. Alcanzábamos a percibir cada uno la emoción del otro, y de pronto, al pensar en mis últimos años entendí que no vivía... que había arrastrado conmigo a otras mujeres en mi desesperada huida... entendí cuánto mi corazon anhelaba esta prisión... Esta cercanía derribó barreras, volvi a sentir su calor y a desearla, volvian mis brazos a llenarse de ella, que cerraba sus ojos para que yo no descubririera en ellos el placer que sentía... pero ya eramos viejos conocidos y pareció recordar que con solo escuchar su respirar sabía si las caricias estaban dando en el blanco...
Nos besamos, y al hacerlo nos miramos a los ojos. En esa mirada, y en el contacto de nuestros cuerpos, nos dijimos muchas cosas: nos dijimos cuánto nos amamos... nos dijimos también que no era el momento... Nos dijimos que no importaba el tiempo, nos tendriamos para siempre y eso debiera calmar nuestras angustias... Nos dijimos que este encuentro era lo mejor que nos podía haber pasado, y que, a pesar de ser pecado, lo vivido juntos sólo tenía que ver con lo divino, y que nunca nada ni nadie impediria que siguieramos siendo lo mejor que nos había pasado.
Y que algún día Dios nos tendría reservado para ya no separarnos...
Irreflexión, letras de: Jorge B.
*Mina.. Envuelta en Poesía..
Precioso poema Mina, muchas gracias por compartir con nosotros las letras de tu amigo
ResponderEliminarUn besote!
Gracias por pasar a comentar tiempos sin leerte es un placer volver acariciar el alma con tus escritos..
ResponderEliminarUn beso
Un abrazo
Saludos fraternos.
Que tengas un buen fin de semana..
ciertas almas nunca se separan en su esencia, muy bueno el relato, me gustó..
ResponderEliminarque pases buen fin de semana
besos
Oscar
Es muy sugerente enredarse en los tentadores versos de este sensual blog que compartes, Mina.
ResponderEliminarSe respira en él un cálido aroma de buenhacer y ardientes sentimientos, sumamente atrayentes y deleitantes.
Sin duda, un verdadero placer pasar por aquí.
Abrazos.
Verónica, gracias a ti por aceptarlas, besos preciosa y seguimos envueltas en poesía
ResponderEliminarAdsolfo querido, gracias a ti, que tengas deliciosos días, besos y cariños
ResponderEliminaroscaralberto, efectivamente a veces aunque la distancia sea grande, cuando dos almas se juntan, se hacen inseparables, inolvidables, besos y que disfrutes tu fin de semana
ResponderEliminarJavier Andrade, gracias por tu comentario, la pasión que guardan estos poemas se hacen la delicia del sentimiento, me alegro que te guste este pequeño refugio, gracias por venir, besos con cariño
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