Me inquietan tus palabras,
las sensaciones se vuelven ese poema que recorre mi espalda
mientras mis piernas te esperan
y yo sin conocerte te pienso…
Mi cama solitaria se llena de ti,
tus brazos se deslizan por mi cintura
y me tienes; entras y sales,
me condenas a la lujuria placentera
pecado de nuestros cuerpos…
Muerdes mis labios
y tu lengua encuentra la humedad de mi centro
muero en ti y tú dentro de mí…
Sexualmente mío, ya eres sin saberlo…
“Mina”
30/Marzo/2012