
Anoche desvariaba, los sentimientos se me escapaban de entre los dedos, como si la caja de pandora que hay en mi interior se hubiese destapado, mil cosas venían a mi mente mientras manejaba en alguna avenida, manejé no sé cuántas horas y en alguna esquina, me detuve y grité, lloré hasta que los ojos se me secaron y la voz se me entumió….
Cerré los ojos y mi cabeza cayó posada al volante, me quedé dormida ahí, en una esquina donde apareciste tú. Levantaste mi rostro y tu mirada no me dejó decir nada, sentí tus labios acariciando a los míos y tu lengua envenenando mi garganta a la vez que tus dientes me comían las ganas…
Tus manos y las mías urgidas exploraban, tocaban, deseaban y nuestros cuerpos se arrebataban, yo en ti y tu dentro mío, yo perdida entre gemidos húmedos y tú robándome el equilibrio, flotamos entre nubes de humo y nuestros labios jamás se desunieron…
Me tuviste y te tuve, me hiciste tuya pero no me devolviste, hicimos el amor y nos besamos, no fue un sueño, sentí tus labios…
Anoche te soñé, nos amamos en alguna esquina y fue tan real, que no puedo olvidarlo…
“Mina… te soñé… aquí… en mi piel, entre mis labios…”
04/junio/2011